Desde Parnaiba tome el camión de las 11:30 am por lo que llegue a Tutoia casi a las 3, el camión venía haciendo muchas paradas. Al llegar a Tutoia no pude tomar el otro transporte que me llevaría hasta Barrerinhas como era necesario para visitar los Lençóis temprano, por lo tanto me quede a dormir en Paulino Neves en la posada Oasis de los Leçois de la cual había tenido buena referencia.
Estaba completamente sólo con Nazareno y una señora que nunca supe quien era y pase un rato muy tranquilo hasta que empezó el partido de Brasil. Momento en el que apareció una señora que nunca supe si era madame Maze pero supuse, ya que cuando entro y me vio sentado, sin decirme nada se me acerco, me sonrió, me tomó la mano y me la froto cariñosamente, una sensación extraña pero muy familiar...
Dormí muy bien y al otro día después de un desayuno extraordinario donde casi me piden que me lleve la fruta sobrante, salí hacia Barrerinhas como estaba supuesto. Ahí me abordo luego luego un muchacho que venía en el transporte para ofrecerme el tour a los Leçois y la posibilidad de una posada, como había leído ya pero no lo creía, no había posibilidad de hacer el recorrido y después volver a Paulino Neves para adelantar camino por lo que me tuve que quedar en una posada que por dejarme llevar estaba cara con respecto a lo austero. Fui a almorzar a un self service, concepto que no había visto antes, un buffet donde escoges tu comida, te pesan el plato y pagas lo correspondiente a lo pesado. Me prepare para la travesía de la cual no estaba bien informado de como se llevaría acabo.
El viaje en 4x4 entre caminos de arena, dunas, algunas casas perdidas entre la vegetación y palmeras exóticas fue más emocionante de lo esperado ya que en nuestra camioneta iba un joven Brasileiro que ponía el ambiente gritando en cada curva y laguna que atravesamos.
Al fin llegamos a la base de los Leçois donde empieza el parque nacional.
El momento preciso en el que llegamos le daba un brillo especial a las dunas que se mostraban ante nuestros ojos, aquellas formaciones caprichosas dibujadas por el viento medían tal vez más de 100 metros, pero en realidad es muy difícil dilucidar sus dimensiones reales ya que las dunas tienen la carecteristica de volverse un poco adimensionales al ojo cuando no tienes otro punto de referencia.