domingo, 15 de junio de 2014

Caminata a Laguna 69, paisaje inconmensurable...

Cuando has recorrido cañones y mares, subido montañas y visto tantas maravillas conoces este lugar único que te deja impresionado...
Así iniciaría la mayoría de los textos de un viajero que anda en su marcha recorriendo el mundo, siento comentar que mi caso no es diferente al conocer ayer el Glacial de Pastoruri y hoy la monumental laguna 69 en la cual enfocare más la redacción...
5 de la mañana y 3 horas de camino con una parada rápida para una mate o café según el gusto y continúa para ir subiendo entre peñascos de 1000 mtrs. de altura, será que menos? Será que eso tiene el cañón del sumidero en su parte más alta?
Bueno, tal vez no extraordinario con respecto a otros lugares sin contar que al fondo por todos lados hay nevados de más de 5000 mtrs...
Bueno, ok, y luego??? ...
Unos minutos después...
Y vuala!!! Una laguna en medio de las montañas a casi 4000 mtrs. 
De un perfecto azul turquesa, contrastando con los montes negros, caídas de agua discretas que se deslizan en la montaña, y nevados, más nevados de fondo. Será que algún otro lugar del mundo? O tal vez mi mente no termina de asimilar el encuentro repentino...


Pero esa no era la 69 (por que 69? Es el número de laguna... Simplemente? O es que la pareja de exploradores que hicieron la ruta la bautizaron? Cualquiera que sea la razón puede sonar trillado pero hace un marketing efectivo, en fin.
Caminando por un Prado de incomparable belleza, al menos a mi gusto únicamente anteponiendo a la ante el ambiente más seco del Colca... Un Prado donde el pastizal y el agua que baja del deshilo hace lugar ideal para el ganado que a poco se ve libre y perdido entre los arbustos.


Cruzando algunos arrollos se asoma una caída de agua algo grande, me atrevería a decir de unos 50 metros aprox. Que en sí, en sí, no es cascada si no más deslizamiento. 


Unos pasos más y el Árbol, como olvidar que este tipo de lugares suele haber un árbol grande y viejo que custodia la entrada... El guardián... 


Después de hacer los respectivos honores subimos por una cuesta suficientemente inclinada para empezar a sudar mientras el panorama paso a paso se va volviendo más extenso... Una curva otra curva, un pequeño tramó plano, y cuando pensábamos que llegamos a la cima, o la laguna? Sólo encontramos una pequeña concentración de agua con algas verde intenso y una amplia llanura que nos espera por recorrer, de subida seguimos el camino marcado por que el cansancio se hacía empezar a notar, pero de regreso recorriendo un poco el páramo dimos con riachuelos con piedras de diversos colores principalmente rojizas, árboles de hojas delgadas y aceitadas, varias aves diferentes, colibríes y un pájaro similar a un carpintero pero sin cresta y de color marrón con rayas negras, muy probablemente endémico...


Al terminar la llanura se presento otra cuesta mucho más inclinada y sobré todo de difícil acceso ya que tenía mucha tierra y grava suelta la que dificultaba más la caminata. Decidí seguir subiendo mejor por el cerro por el cual fue más fácil ya que contaba con pastos y helechos que sujetaban las piedras y hacían más fácil el apoyo para el pie.
Al continuar subiendo, después de pasar una lomita, Jesús Cristo del Espíritu Santo... Ahí estaba la 69, rodeada a la mitad por una pared de piedra y 2 enormes nevados encima de ella, su azul no menos turquesa que la de Llanguanaco pero si con una persepcion de pureza absoluta... 


Al fondo el hielo que a veces cruje con la bajada del agua amenazando resquebrajarse y caer, aunque se queda sólo en una sensación...


Lo demás me lo reservó para el inconsciente que lo sigue procesando, que lo sigue asimilando... Laguna 69, Ancash...


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