lunes, 30 de junio de 2014

Foz de Iguaçu

Después de quedar sin aire ante las maravillas encontradas en Huaraz partí hacia Foz de Iguazu que era mi primer destino en Brasil.
Ahí recibí la cálida bienvenida de Larissa y Marcelo quiénes no tardaron nada en llevarme a conocer los Especinhos y tomar mi primera Caipirihna, la carne en esa zona fantástica y la Caipirihna pegadora y por sí las brochetas no fueran poco luego ya en casa de Marcelo y Larissa probe una exquisita sopa de pollo en caldo de calabaza con naranja, acompañada de buen vino tinto.
A la mañana siguiente continúe rumbo a Cataratas pasando a visitar previamente el Parque de las Aves. Cabe mencionar que desplazarse en Foz es bastante sencillo el pueblo no es muy grande y el transporte viene bien indicado a donde se dirige. Ya en el parque de las aves la maravilla empezó con los Tucanes de pico enorme amarillos los cuales sin duda te dejan impresionado.
No sin olvidar la gran cantidad de diferentes especies de loros y cotorras. Pasando por flamencos los cuales son diferentes a los que existen en México, de hecho creo que es el tipo de Flamenco que estamos acostumbrados a ver en las caricaturas. Los extraños Ibis colorada del que fui afortunado al encontrarme una pluma en el camino.
Lo maravillosos continuo con las grandes guacamayas azules las cuales nunca había visto y no hay en nuestro país, son aves de una belleza espectacular. Dentro de los otros animales que fue posible ver esta una especie endémica de cocodrilo, anacondas (que estaban enroscadas así que no se contemplaron muy bien) y finalmente unas especies de avestruces. Ya pediré mayor referencia a Luis sobre las especies. 
Posteriormente camine a la entrada al parque de Cataratas donde tomamos un buen expresso antes de comenzar la aventura. Unos buses te llevan a la parte donde empieza una caminata de casi 2 km para completar el recorrido de los miradores de las cataratas, son alrededor de 275 caídas de agua con la más alta (garganta del diablo) de aprox 80 metros.
El río estaba muy crecido, de hecho días anteriores se había cerrado el parque por que el agua había cubierto los andadores. Comenzado el recorrido se puede visualizar con un poco de sol los increíbles arco iris que se producen por la cantidad de agua en el ambiente. 
Viajar sólo a veces te trae el sentimiento de nostalgia de compartirlo con alguien pero a la vez la libertad de desplazarte a tu ritmo conforme van fluyendo las cosas y como el sentimiento te va guiando dejándote llevar por el éxtasis que te puede causar el estar en lugares monumentales como este, sin la interrupción descriptiva de un diálogo externo de un intento de explicarle a la mente del otro lo que se está experimentando, se fluye más libre dejando que el inconsciente se llene de esa explosión de sensaciones las cuales sin duda se logran asimilar hasta mucho tiempo depues.
Los brincos de agua fueron incrementando de intensidad hasta que llegue a la garganta del diablo. Tal fue el impacto que no me dio tiempo de pensar que estaba viendo, viviendo, experimentando... Sólo saqué la cámara me dispuse a empaparme y comencé a avanzar hasta el mirador central donde sientes el poder máximo del agua, millones de litros de agua fluyendo a una velocidad desproporcional que con sólo la brisa que vuela en el aire quedas totalmente empapado en segundos, la cantidad de agua es tal que no sabes si la cámara graba, si las fotos están saliendo, si eres humano o una gota de agua más...
No es posible estar demasiado tiempo en ese sitio, al menos mi juicio en ese momento solapado por que la cantidad de agua era tal que en un momento caí en cuenta que sí seguía unos momentos más mi mochila con todo su interior quedaría totalmente empapada. Al salir de ahí me exprimí lo que pude y continúe hacia el mirado haciendo una fila de algunos minutos para el elevador.
Ya arriba la vista de la cantidad de agua presipitada es avasalladora. 
El arco iris casi totalmente redondo que se forma es alucinante, creo que es uno de los más bellos que he visto en mi vida. 
Terminado el circuito y un poco por la prisa de haber quedado para almorzar con Marcelo continúe hacia la salida sin saber que había ocurrido minutos antes, sin saber si hasta ahí había llegado o me faltaba por continuar, de no saber si el lugar te invitaba a partir o continuar, de simplemente... No saber. Así tome el bus que me llevo nuevamente a la salida, nuevamente al pueblo... Nuevamente...
Después del almuerzo con Marcelo donde me alegré mucho al ver que si hay una especie de Chile en Brasil por que sobreviviría sin problemas. Pretendo dirigirme hacia la Presa de Itapu, la más grande del mundo con 9 km de cortina y 14000 Mw de producción, fotos con las cuales pretendía hacer felices a mis colegas ingenieros, pero tome el bus hacia allá, empezó a llover de una forma descomunal inundandose varias de las calles por las que el bus andaría y al ver que se complicaba el paso y que era algo tarde decidí mejor regresar buscar un café y pasar la tarde tranquilo.
Sin saberlo ahí empezaría una serie de peripecias acontecidas en este viaje, normales de cualquier viaje en el cual como te puede tocar muy buena suerte con las situaciones puede no tanto, así esta que narro y algunas más que acontecerían más adelante.
A lo largo de estos años viajando he entendido, he corroborado por la experiencia que en realidad este tipo de situaciones se van presentado de forma fractal, aunque suene muy locochon hay ciertos patrones de "fortuna" o "desfortuna" que se van presentando paulatinamente en el camino, los cuales no están dentro de nuestra jurisdicción pero en los cuales sí podemos escoger dentro de las limitadas posibilidades que se nos presentan las cuales se irán desarrollando también afectadas hasta cierto punto por nuestra actitud ante las mismas. Es una cuestión muy compleja la explicada arriba pero ya que la experimentas de forma repetida durante mucho tiempo vas hallando ciertos parámetros de operación, la mayor parte de esto lo entiende y ópera el inconsciente, el consciente sólo asimila los espulgados finales...
Por la noche cene con Larissa y Marcelo una pizza casera que sin duda daría a poner un restaurante, lo que sigo sin asimilar es que se coma acá la pizza con cubiertos ;)


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